Cuestión de decisión

Parece que por fin nos quiera abandonar la lluvia, y la verdad es que se agradece. Ya no podíamos más ni nosotros ni el campo, que al fin y al cabo todos tenemos un cupo. Desaparecen las desavenencias climatológicas, pero ya nos ha venido encima otro problema. Aunque de los más simpáticos: Han llegado nuestras “tardes del atardecer” y hay que decidirse en qué rincón de Sharíqua pasarlas. Dónde ver desaparecer al sol  detrás del pico de Peña Escabia, ver cómo se tiñe de dorado la huerta y poco a poco ver cómo se ilumina Jérica. Pero ya que  queda mucha primavera y mucho verano por delante…