Año nuevo, ritmo nuevo y un calendario con más de 300 días para disfrutar y descubrir.
Eso sí, después de tanta fiesta y festín, ahora vale la pena permitirse una vida más pausada. El nuevo año se merece unos momento de calma, momentos para acostumbrarse al 17 al final de la fecha, escuchar los deseos que se pueden hacer realidad y tomarse la vida con sosiego.
¿Un lugar? Por ejemplo, el Pantano El Regajo entre Jérica y Navajas. Un pequeño embalse que en estas fechas y después de las abundantes lluvias de diciembre no sólo demuestra su cara más poderosa, brillante y bonita. También es un precioso lugar para paseos pausados, para escuchar el silencio, disfrutar de los colores nítidos del invierno y sus incomparables puestas de sol.
Un lugar donde reina la calma.