El cielo gris, la temperatura templada, el ánimo correspondiente. Es hora de darle la vuelta al ambiente y ponerle energía al cuerpo. Nada más fácil estos días en que nos han regalado toda una caja de mandarinas ecológicas -¡gracias cuñado!- que a partir de hoy se van a convertir poco a poco en mermelada, aceite aromatizado, postres, pasteles, sopas con toque picante… Sólo de pensarlo ya se hace notar ese aroma irresistible que desprende ese cítrico que lleva siglos reforzando la salud de los humanos con una buena dosis de vitamina C, con potasio, calcio y magnesio.
Empezamos con una seductora mermelada de mandarinas con clavo y canela… Una bonita mezcla entre los aromas del invierno y la frescura de un día de primavera.
Los ingredientes:
1 kg de mandarinas
800 g de azúcar
3 clavos
1 rama de canela
Pelamos las mandarinas -¡que no quede nada de la piel blanca que amarga!- y las cortamos en trocitos. Añadimos el azúcar, los clavos y la canela y lo ponemos a hervir en un cazo de metal. Mover a menudo para que no se pegue. Cuando empiece a hervir, calculamos unos 5 minutos y hacemos la primera prueba del espesor. Si una gota caída en un plato bien frío se queda quieta, ya está la mermelada lista para rellenar los recipientes.
Dejar los botes 5 minutos boca abajo y listo. Ya sé que ahora toda la cocina huele que alimenta, pero, al menos, dejad que la mermelada se enfríe antes de abrir el primer bote ;-).