Cuando el verano se hace eterno, los inconvenientes no tardan en llegar. Uno, aunque de los menores, es que nuestro “arbustillo” de albahaca no deje de crecer… y se nos acaben la ideas qué hacer con tanto “Ocimum basilicum”. Ha dado su toque particular a muchas salsas y ensaladas, se ha convertido en pesto, ya está ocupando un terreno notable en el congelador y -cómo no- ha ayudado a ahuyentar a más de un mosquito.
Y ahora se estrena como acompañante ideal para momentos dulces. Hemos hecho chocolate con albahaca – una forma fácil y rápida de darle un nuevo aroma a dos productos bien conocidos. Sólo se necesita chocolate blanco, un poquito de mantequilla, un buen puñado de hojas de albahaca y una hora de paciencia.
La elaboración es simple: Meter los trocitos de chocolate y la mantequilla en un bol y derretirlo al baño maría. Añadir la albahaca picada y extender rápidamente sobre un plato revestido con papel de cocina.
Meter al frigorífico y unos 45 minutos más tarde ya se puede disfrutar de un chocolate con sabor mediterráneo.