¿Emprender una caminata en pleno agosto? Sí, pero con tres ingredientes imprescindibles: El parte meteorológico prometiendo un día nublado, el despertador sonando a una hora indecente, y elegir un sendero que obsequia con bonitos trayectos entre árboles. Tres condiciones que estos días nos hicieron subir a la cima de la Rápita, preciosa montaña en el corazón de la Sierra Espadán.
Al llegar al collado de la famosa nevera justo entre las localidades de Algimia de Almonacid y Alcudia de Veo, el pico de la Rápita aún se esconde entre nubes bajas. También el mar en el horizonte logra tapar su brillo baja un manto de neblinas y nubes. Es el momento ideal para emprender el camino que casi desde el inicio no deja lugar a dudas: Habrá que superar una subida bastante fuerte hasta hacer cumbre.
Si a mitad de camino el sol demuestra que no se deja impresionar por pronósticos meteorológicos y empieza a abrirse camino entre las nubes, no importa. Pronto habremos llegado a un bonito y denso bosque de pinos, encinas y algún que otro rugoso alcornoque que nos permiten avanzar sobre una blanda alfombra de pinocha y hojas secas, disfrutando de una sombra agradable.
No cabe duda que el bosque vive una de las más severas sequías, el monte bajo parece haberse contraído y deja al descubierto y sin protección a madrigueras y un montón de fauna menuda que se da prisa en escapar de las pisadas que se acercan. Mucho más evidente, que el mundo de los animales minúsculos, son las huellas y cicatrices que ha dejado la Guerra Civil. Pasamos por muchas trincheras, escavadas en tierra, escavadas en roca o construidas en piedra seca, todas ellas pertenecientes a la importante línea de resistencia republicana “XYZ”.
Alcanzados los 1.106 metros del Pico Rápita, llega el momento del merecido almuerzo. Esto sí, las fantásticas vistas que en días claros quitan el aliento, este día se esconden entre las nubes y el centelleo del cada vez más caliente aire de verano. Tampoco importa, más bien es una buena excusa para repetir en primavera u otoño con sus cielos tan limpios y brillantes.