Culete va

casa rural sharíqua casa rural sharíqua

Ni barandillas, ni accesos fáciles, ni suelos lisos, ni goma, ni espuma. Y carteles cómo usarlo aún menos. Vamos, todo un reto. Quien se atreve con la resbaladera de Jérica regresa en el tiempo y disfruta de un “parque infantil” ancestral. Y es que ese particular tobogán debajo de la Iglesia de San Roque está hecho a prueba de culetes. Desde hace decenios, cientos y cientos de niños se han deslizado por esta roca y, nunca mejor dicho, han dejado su huella: una piedra pulida en forma de resbaladera que permite deslizarse a gusto. Eso sí, en ese especial canal de carrera se coge velocidad y el frenazo es sonado. 

Y si se ha cogido gusto al tobogán todoterreno, hay otro a mitad de camino entre la Iglesia de San Roque y la torreta. Menos largo y menos pulido. Pero ya se sabe, culo constante ahonda la piedra. 

La flor fantástica

lavanda1_casa rural shariqua

Al final de este discurso habrá mermelada. Prometido. Pero antes es difícil no hablar de uno de sus ingredientes, de una de las flores más versátiles y sorprendentes: la flor de lavanda. En estos meses, no sólo nos alegra la vista en forma de pequeños arbustos con tallos finos y bellas flores azul violeta. No sólo perfuma el ambiente de forma generosa sosegando a cualquiera con su aroma. La lavanda también es un multitalento innato.

Es la esencia base de muchos perfumes, aromatiza armarios y de paso ahuyenta la polilla, sirve como insecticida ecológico y alivia las picaduras. La abadesa, profetisa y médica  Hildegarda de Bingen (1098-1179) además la aconsejaba contra los piojos. La lavanda es conocida como una planta del alma que fomenta las ganas de vivir cosas nuevas, que aclara los pensamientos, tranquiliza y calma los nervios. En la aromaterapia sirve como remedio contra el estrés, la migraña y el insomnio. En efecto, unas gotitas de lavanda en la almohada inducen al sueño desde hace milenios. Si, según otra creencia popular, unas flores entre las sábanas realmente sirven para que parejas no discutan…, habrá que probarlo. 

Bañarse con aroma de lavanda quita el cansancio, los nervios y las agujetas. Aceite con lavanda por su parte ayuda en la cura de pequeñas heridas, golpes e infecciones.

casa rural shariqua

Con tantas bondades sólo cabe esperar que la mística de Bingen se equivocara en otro de los efectos de esta planta aromática: Ella la llamó también “Hierba de la Virgen” ya que según ella ahuyentaba pensamientos impuros y era antiafrodisíaca. Que, por otra parte, no explicaría su éxito en los perfumes…

Bueno, también las profetisas erraban, así que probemos las flores de lavanda como condimento para una deliciosa mermelada de albaricoque.

Los ingredientes:
1 kg de albaricoques
5 cucharaditas de flores de lavanda (ecológicas y recolectadas por la mañana cuando retienen mejor el aroma)
700 g de azúcar
un poquito de zumo de limón

Preparamos los albaricoques en la noche anterior. Los lavamos, pelamos y cortamos finamente. Mezclamos la fruta con el azúcar y la dejamos macerar unas 12 horas en el frigorífico. 

Se añade el azúcar y el zumo de limón y se pone a hervir. Dejar hervir unos 20 minutos, dando vueltas de vez en cuando. Como último añadir las flores de lavanda y poner la mermelada rápidamente en botes bien esterilizados. 

Recordando meses trágicos

Cartel documentalEn memoria de la Batalla de Levante y su 75º aniversario, este fin de semana Jérica y Viver, dos pueblos cruciales en aquellos momentos de la Guerra Civil, organizan una serie de actos e iniciativas interesantes para hacer entender qué significaron aquellos meses entre la primavera y el invierno de 1938 para estas poblaciones. Meses en los cuales las tropas nacionales por el norte y las republicanas por el sur libraron duros combates alrededor de Jérica y Viver.

Cuando empezaron los bombardeos, la vida en casi toda la comarca se paró, siguieron evacuaciones, destrozos y muertes. 

Tres cuartos de siglo después de aquellos trágicos días y meses aún hoy hay testigos que hablan de aquella época. Las numerosas trincheras y parapetos,  búnkeres, nidos de ametralladoras y chozas, por ejemplo, que se podrán ver in situ este viernes, 19 de julio, en Jérica, y dos días más tarde en nuestro pueblo vecino, Viver.

En Jérica este viernes a partir de las 18.30 horas y guiados por “Itinerantur Actividades” se visitará la Peña Jérica,  una pequeña ruta senderista hasta el límite con Gaibiel coincidiendo con la denominada línea defensiva XYZ. Horas más tarde en la Plaza de la Libertad, a las 22.30 horas habrá estreno del documental “1938 – La Guerra Civil en Jérica”, dirigido por Juan López. Un retrato realista con testimonios e imágenes que hacen ver qué significó la llegada del frente de la Guerra Civil en las vidas de los habitantes de Jérica.

El domingo, 21 de julio, en Viver se organiza una excursión a manos de  “BCMPatrimonio&Arqueología” para conocer las posiciones más significativas en la defensa republicana del municipio de Viver y los búnkeres nacionalistas en las faldas del alto del Ragudo. El punto de encuentro es a las 9.00 horas en la puerta del ayuntamiento. La duración es de unas 4 horas (hace falta vehículo propio). 

El paquidermo vegetal

corcho10_casa rural shariqua

Este sábado, 6 de julio, nos espera un evento muy especial: Ser testigos en directo de un striptease vegetal con denominación de origen totalmente mediterráneo y apto para cualquier público y edad. Es la “saca del corcho”, una demostración de la cosecha de ese material tan versátil que caracteriza a los alcornoques y determina su peculiar aspecto.

corcho7_casa rural shariqua  corcho_casa rural shariqua corcho9_casa rural shariqua

Uno de los pequeños paraísos para este paquidermo entre los “Quercus” es el Alto Palancia que en sus dos parques naturales de la Calderona y, sobre todo, la Sierra Espadán cuenta con un gran reducto de alcornoques. Árboles que requieren un especial cuidado y que dan lugar a bonitos ejemplos de simbiosis entre explotación comercial y protección medioambiental de un bosque. Así que cuando la empresa palantina “Espadán corks” pela los alcornoques y comercializa su corcho, al mismo tiempo cuida los parques naturales. Un trabajo igual de ancestral que duro, que se puede apreciar este sábado en la Masía de Tristán en Segorbe, previa reserva en serra_calderona@gva.es, o al teléfono 961 681 993.

corcho5_casa rural shariqua

Para entender lo extraordinario de este evento, vale la pena saber un poco más sobre “Quercus suber”, un árbol que puede llegar a vivir cientos de años, pero se deja “rogar” un poco a la hora de soltar un corcho en corcho6_casa rural shariquacondiciones. Hay que esperar unos 25 años hasta que se puedan pelar por primera vez sus robustos troncos y sus bien ramificados y rugosos brazos. Y aunque la capa de corcho puede llegar a tener un grosor de hasta 5 centímetros no hay que cantar victoria.  En la primera “saca” el árbol tan sólo suelta el así llamado corcho bornizo o corcho macho. Un producto de pésima calidad que como máximo sirve como aislamiento o pavimento. Bueno.

La siguiente pela saca a la luz al corcho segundero, también llamado corcho hembra que ya a primera vista es de mejor casta pero aún demasiado agrietado y veteado para convertirse en un buen tapón de vino. Sabiendo que entre “saca” y “saca” tienen que transcurrir de nueve a 15 años para que el alcornoque vista una nueva piel, habrá que esperar un total de hasta 45 años y al segundo “corcho hembra” para tener el árbol en plena producción. A partir de entonces el alcornoque se deja pelar durante unos 150 a 200 años, en los cuales se le pueden quitar hasta 200 kilos de corcho. 200 años que ese precioso árbol se pone varias capas de vestidos, luce troncos en colores rojizos y cortezas en tonalidades grises y verdosas.

En las sierras de Espadán y Calderona la pela de los alcornoques tiene lugar en los meses de julio y agosto, cuando el árbol está en actividad vegetativa y sufre menos. Los que sí sudarán sin duda son los corcho3_casa rural shariquacorcheros, hombres ágiles y armados con hachas afiladas y ayudados por sufridos mulos que se llevan la carga a lugares más accesibles. 

Hasta que las planchas de corcho se conviertan en tapones de vino, que desde el Alto Palancia se llevan a millones a todas partes de España y hasta cruzan el gran charco, aún pasarán muchos meses. Primero tienen que reposar y madurar durante meses al aire libre, luego se cuecen, se rascan, se cortan, se cuecen de nuevo, se troquelan, se lavan, se desinfectan, se seleccionan, se marcan, se suavizan… Y aún hay quienes se sorprenden de que un buen tapón de vino valga su dinero. 

 

Las recetas de la abuela

naranja_casa rural shariquaCuando alguna receta hace honor a las sabidurías culinarias de la abuela, enseguida retrocedemos un siglo imaginando una cocina calentada con leña y grandes cazuelas cuyo contenido se movía con paciencia, a veces durante horas, para conseguir esos sabores tan ricos y únicos. Es la famosa cocina “a fuego lento” que parece haberse quedado con las abuelas, porque, claro, en aquel entonces ellas aún tenían tiempo para… Y habría que preguntarse, ¿seguro que lo tenían? En tiempos sin cocinas modernas, sin lavavajilla, ni lavadora, ni congelador, ni grandes frigoríficos, en tiempos sin coche, ni teléfono, ni mensajero, ni recetas por internet…

Así que, puede que hurgando un poco se encuentre ese tiempo perdido para hacer alguna receta “a la abuela”. Como nuestra Mermelada de Naranja. Como en todas esas recetas con ingredientes bien medidos y experiencias invaluables, el resultado es… para comérselo.

Los ingredientes: 

1 kg de naranja ecológica
1 kg de azúcar
agua
paciencia

Hay que lavar las naranjas bajo agua caliente, secarlas bien y trocearlas. Se pasan por la batidora para que la piel quede reducida a trocitos según gusto. Se puede dejar a trocitos grandes tipo tropezones o casi como puré. Acto seguido hay que añadir 2 litros de agua, taparlo y dejar en un lugar fresco durante 24 horas. 

Al día siguiente se pone a hervir y se deja cocinar a fuego lento, lento durante aproximádamente  una hora y media. Y otra vez a tapar y a descansar otras 24 horas. 

Cómo último se añade un kilo de azúcar y se pone a hervir de nuevo. Dejarlo a fuego lento durante unos 90 minutos hasta que empieza a espesar un poquito. Moverlo de vez en cuando para que no se queme.

Meterlo en botes bien esterilizados, ponerlos boca abajo durante 5 minutos y listo. Mermelada de Naranja a la Abuela que viene con un regalito gratis: Se te habrá llenado toda la casa de un aroma irresistible a naranja y azahar…